El aluminio es un material que viene utilizándose desde hace tiempo en el sector de la construcción y de la decoración, este a través de los años ha evolucionado ofreciendo hoy día diferentes aplicaciones que brindan un diseño revolucionario en el hogar, un ejemplo de ello son los hermosos, originales y sofisticados marcos en aluminio para puertas. Los marcos de aluminio cada día adquiere mayor demanda, ya que con estos las personas logran obtener un mayor ahorro económico, puesto a que no requieren de un gran mantenimiento como suele exigir los marcos de madera, disminuyendo así los gastos en productos de limpieza y en barnices. Estos además llegan a aportar un toque sofisticado, moderno, minimalista y a la vez elegante en el hogar.
A pesar de que los marcos de aluminio no requieren de un extenso mantenimiento, es importante cada cierto tiempo limpiarlos para evitar que en ellos se acumule el sucio, ya que podría generar un toque antiestético y grotesco en el lugar. Limpiar los marcos de aluminio es bien fácil, ya que con solo tomar en consideración los consejos y recomendaciones se podrá obtener una superficie bien limpia y brillante.
Lo primero que se debe hacer es lavar los marcos de las puertas utilizando para ello una manguera, con esta se logra controlar una gran parte de la suciedad. Posteriormente se debe fregar los marcos utilizando un limpiador especial para aluminio o simplemente se puede hacer uso de detergentes. Se han de fregar muy bien los marcos desde arriba hasta llegar abajo, y se debe al mismo tiempo limpiar con un trapo húmedo para evitar que el agua sucia caiga en áreas limpias. Por último se toma la manguera nuevamente y se enjuaga con abundante agua.
Para el interior la limpieza es mucho mas fácil, ya que con solo utilizar un trapo húmedo y pasarlo por los marcos con ayuda de un limpiador o detergente se podrá eliminar el sucio de los marcos fácilmente, lo último que se debe hacer para tener una superficie bien reluciente es limpiar el agua con un trapo seco y pulir el aluminio.
Para pulir el aluminio se toma una esponja de lana de acero de punto fino con un poco de agua y se comienza a frotar por toda la superficie. Se debe prestar atención al aluminio ya que este puede adonizarse, o sea se comenzará a concentrar el oxido cuando se expone por mucho tiempo al liquido.